LOS MONJES DEL CISTER SE SUMAN A LA CELEBRACIÓN DEL AÑO JUBILAR DE SAN FRUCTUOSO
La capilla de san Fructuoso de la Catedral de Tarragona, escenario habitual de la celebración diaria a las 11 de la mañana de la Misa Jubilar, se llenó el jueves 22 de mayo de los cantos de los monjes y monjas del Císter venidos desde los Monasterios de Valldonzella, Vallbona, Poblet y Solius, para tomar parte en el Año Jubilar de san Fructuoso, obispo, y san Augurio y san Eulogio, diáconos. Esta no fue la única actividad que llevaron a cabo los religiosos y religiosas en una jornada con una agenda muy completa. Antes de asistir a la Misa Jubilar, el casi medio centenar de monjes y monjas visitaron las capillas del Seminario: la de san Pablo y la Mayor, donde llevaron a cabo una serie de cantos y plegarias. Acto seguido, como ya se ha adelantado, participaron en la Misa Jubilar que estuvo presidida por Mons. Jaume Pujol, arzobispo metropolitano de Tarragona y primado, acompañado por Mosén Miquel Barbarà, vicario general del Arzobispado de Tarragona, y los padres abates y abadesas de los monasterios participantes. Durante su homilía, Mons. Pujol calificó los monjes presentes como ‘una fuerza muy grande dentro de la Iglesia’; los animó a anunciar ‘el evangelio con un nuevo ardor’ y deseó que ‘el Año Jubilar tenga los frutos espirituales que deseamos’. Al finalizar, los monjes y monjas presentes se introdujeron en la historia de la capilla de san Fructuoso, y de la Catedral de Tarragona, de la mano de Andreu Muñoz, director del Museo Bíblico y arqueólogo. Fue Muñoz, también, quien hizo de cicerone en un recorrido por la Part Alta de la ciudad que aprovechó para desvelar todos los secretos del pasado romano de la zona. Los religiosos y religiosas coincidieron en su recorrido con numerosos grupos de escolares que, atraídos por la indumentaria de los monjes, no dudaron en acercarse e intercambiar unas palabras que fueron muy bien recibidas por parte de los peregrinos. La mañana se cerró con una visita al anfiteatro donde algunos de los religiosos dieron su valoración sobre el Año Jubilar a los medios presentes. Todos los monjes preguntados destacaron muy positivamente la celebración del Año y pusieron especial énfasis en el recibimiento que se les había ofrecido en Tarragona y en el buen trato humano que habían encontrado, destacando la figura del Sr. Arzobispo. Por la tarde, tras el almuerzo en el Seminario, visitaron la exposición permanente de ‘san Fructuoso y su tiempo’ en el Museo Bíblico.