LAS MISAS JUBILARES LLENAN LA CATEDRAL
Dicen que una flor no hace verano, pero muchas flores hacen un ramo. Es el caso de las misas jubilares de los domingos donde numerosos peregrinos, vienen en grupos organizados o no, se reúnen para cumplir uno de los requisitos para disfrutar del don del Jubileo.
La Catedral se llena con las personas que asisten a las celebraciones eucarísticas que habitualmente preside el Señor Arzobispo.
Es el caso del numeroso grupo de peregrinos procedentes de la parroquia de Madre de Dios de los Desamparados, del Arciprestazgo de la Torrassa-Collblanc, perteneciente al Arzobispado de Barcelona, los cuales participaron en la eucaristía de las 11 de la mañana del pasado día 6 de abril, con el sonido de fondo de los tambores de los armados que intervenían en el Encuentro con motivo del 250 aniversario de los Armados de la Real y Venerable Congregación de la Purísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo y coincidiendo con el 1.750è aniversario del martirio de los santos Fructuoso, obispo de Tarragona, Augurio y Eulogio, diáconos y que el Sr. Arzobispo aprovechó en su homilía para hacer mención de los soldados cristianos que aparecen a las Actas martiriales.
Estas numerosas presencias de los fines de semana se añaden al constante goteo de peregrinos que, diariamente, se acercan a la capilla de los Sanots Mártires de la Catedral, deseosos de alcanzar el Don Jubilar.
