CONCIERTO VELADA EN LA CATEDRAL, CON LA REPOSICIÓN DEL PONTIFICAL DE FLAMES

CONCIERTO VELADA EN LA CATEDRAL, CON LA REPOSICIÓN DEL PONTIFICAL DE FLAMES

A pesar de un tiempo absolutamente desapacible, con granizo incluido, la noche del día 9 de enero fue testigo de cómo un gran número de personas acudía la Catedral para asistir al concierto velada con la lectura de las Actas del martirio del obispo Fructuoso y sus diáconos Augurio y Eulogio y la ejecución del oratorio Pontifical de Flames.

El Señor Arzobispo presidió el evento que tuvo como protagonistas a los solistas Alba Rosa Forasté, soprano; Marc Guerris y Josep Maria Gomis, tenores; Mn. Joaquim Fortuny, barítono; y Josep Ramon Tarragó, bajo; acompañados por los organistas Jordi Vergès y Mn. Miguel Castillejo y el coro y orquesta de los Amigos de la Catedral. Los lectores fueron Rosalia Gras, Xavier Fortuny i Esteve Grasset. La dirección corrió a cargo de Mn. Miquel Barbarà.

El oratorio Pontifical de Flames fue estrenado en 1959, con motivo del anterior Año Jubilar, y constituye una de las grandes aportaciones de autores de nuestra Archidiócesis a la música sacra. Este oratorio, con letra de Mn. Miquel Melendres, y música de Mn. Francesc Tàpies fue interpretado nuevamente el año 1992, por lo que ésta era la tercera ocasión que sonaba en la seo tarraconense y la primera vez que muchos de los asistentes la escuchaban en directo.

La ejecución del concierto fue muy aplaudida por el público. El Señor Arzobispo entregó la medalla del Año Jubilar a Mn. Barbarà, a los solistas y a los lectores como recuerdo del evento. Una breve oración y el canto de los «gozos» de los Santos Mártires puso punto y final a la velada.

Cabe destacar el hecho emotivo, al comienzo del acto cultural, de la incorporación del coro al lugar donde debía cantar su parte del oratorio mediante una procesión de candelas, la tenue luz de las cuales rompía la penumbra de la Catedral. También conviene recordar la presencia de representantes del Ayuntamiento y de la Diputación de Tarragona, que ocupaban asientos preferentes, junto con los familiares de Mn. Francesc Tàpies.