EL SR. CARDENAL MONS. JULIÁN HERRANZ, ENVIADO ESPECIAL DEL PAPA, LLEGA EN TARRAGONA PARA LA CLAUSURA DEL AÑO JUBILADO CON UNA CARTA DEL SANTO PADRE

EL SR. CARDENAL MONS. JULIÁN HERRANZ, ENVIADO ESPECIAL DEL PAPA, LLEGA EN TARRAGONA PARA LA CLAUSURA DEL AÑO JUBILADO CON UNA CARTA DEL SANTO PADRE

El viernes, 23 de enero, llegó a Tarragona el enviado especial del Santo Padre, el Sr. Cardenal Mons. Julián Herranz, con una carta del Papa dirigida personalmente al Sr. Arzobispo de Tarragona con motivo de la clausura del Año Jubilar de san Fructuoso, obispo, y san Augurio y san Eulogio, diáconos. Mons. Herranz tenía una agenda muy apretada en sus primeras horas en Tarragona.

A las 5 de la tarde, acompañado por Mons. Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona, y por su delegación pontificia, Mn. Miquel Barbarà y Mn. Joaquim Fortuny, fue recibido en el Ayuntamiento de Tarragona por el alcalde de la ciudad, Josep Félix Ballesteros, y parte de la corporación municipal. El Sr. Cardenal firmó en el libro de honor de la ciudad y, al terminar, el alcalde le obsequió con una reproducción de la muñeca de marfil. Al finalizar mantuvieron una entrevista personal y, a las seis menos cuarto realizaron una rueda de prensa atendiendo a una destacada representación de los medios de comunicación de la ciudad. En dicha rueda de prensa, el alcalde Ballesteros aseguró que la ciudad se sentía “halagada” por la visita del Sr. Cardenal, y Mons. Herranz aprovechó para recordar que no era la primera vez que visitaba Tarragona, ya que la conocía porque hizo sus estudios de medicina, especialidad en psiquiatría, en la Universidad Central de Barcelona, a principios de los años 50 del siglo pasado. Por su parte, Mons. Pujol calificó al Sr. Cardenal como “un referente en mi vida” y aprovechó para recordar que el Año Jubilar de San Fructuoso “nos enorgullece a todos, pero también debe ser un impulso”. En esta misma línea, y respondiendo a las preguntas de los periodistas presentes en la sala, Mons. Herranz adelantó algunos conceptos que el Santo Padre expresa en su mensaje escrito: “es un mensaje de paz y amor”; “es un mensaje que quiere servir de estímulo a la archidiócesis para que camine hacia una renovación de la fe cristiana en la vida personal, familiar, comunitaria, de todos”; “es un mensaje en el cual se recuerda que el martirio es una manifestación de victoria, de victoria de la fe”; “ y es un mensaje en el que el Papa envía una salutación muy cariñosa a toda la comunidad de Tarragona y a su archidiócesis”.

El Sr. Arzobispo, también a preguntas de los periodistas presentes, hizo un balance del Año Jubilar de donde destaca, entre otras cosas, que ha sido una “gran siembra” y que, desde la dimensión pastoral y espiritual, “ha sido espectacular”.

A última hora de la tarde, el Sr. Cardenal hizo, en la sala de actos de Caixa Tarragona, una conferencia que llevaba por título “Benedicto XVI: un moderno Padre de la Iglesia”.
La llegada de Mons. Julián Herranz fue recibida con una gran ovación por las 400 personas que llenaban la sala para escuchar al enviado del Papa. Mons. Herranz inició su exposición en catalán, hecho que el público agradeció mucho, y después de disculparse por no poder expresarse con fluidez con nuestra lengua, continuó en castellano. La conferencia del Sr. Cardenal establecía un paralelismo entre Benedicto XVI y los Padres de la Iglesia a partir de tres momentos históricos que Mons. Herranz ha vivido muy de cerca del Santo Padre: “la llamada crisis postconciliar”; “la dictadura del relativismo y el fundamentalismo laicista”; y “el necesario diálogo entre las culturas y las religiones. El encuentro de razón y fe”. Las palabras finales de su presentación fueron las siguientes: “Me permitiría solamente tomar la libertad de, en nombre también de todos Vds., decir con cariño al Papa Benedicto XVI desde esta gloriosa y paulina archidiócesis de Tarragona: “Gracias, Santidad, porque nos enseña a vivir así: con el alma contemplativa inmersa en la gozosa amistad con Jesús de Nazaret y con la mirada atenta a los apasionantes acontecimientos humanos y a los desafios intelectuales y apostólicos de nuestro tiempo”.

Al finalizar, Mons. Julián Herranz compartió unas palabras con miembros del público que quisieron aprovechar la ocasión para saludar al Sr. Cardenal personalmente.