GRAN ÉXITO DEL ESTRENO DEL ORATORIO ‘PABLO Y FRUCTUÓSO’ EN LA CATEDRAL DE TARRAGONA
“Hasta me he emocionado y todo”, le dijo a un conocido uno de los más de 1.400 espectadores que el sábado, 24 de enero por la noche, llenaron la Catedral de Tarragona. La Catedral acogió el estreno en Tarragona del oratorio Pau i Fructuós, con música de Mons. Valentí Miserachs y letra de Mn. Joan Roig. Fue una noche que, sin duda, quedará en la memoria de la ciudad de Tarragona.
Faltaban pocos minutos para las nueve de la noche, hora prevista para el comienzo del Oratorio, y la cola para entrar en la Catedral ya llegaba hasta la calle de las Coques. Fue entonces cuando Su Eminencia Sr. Cardenal Mons. Julián Herranz, enviado especial del Santo Padre para los actos de clausura del Año Jubilar, llegó a la Catedral acompañado por Mons. Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona; por Mn. Joaquim Fortuny, miembro de la misión pontificia, así como por el obispo de Vic, Mons. Romà Casanova; el obispo de Urgell, Mons. Joan Enric Vives, y el arzobispo Mons. Joan Martí i Alanís, obispo emérito de Urgell. En el interior del templo estaban presentes las autoridades del territorio, con las cuales las autoridades eclesiales pudieron intercambiar unas breves palabras antes de dar paso a la interpretación del Oratorio. El primero en dirigirse al público presente fue el Sr. Arzobispo, quien dio paso a Mons. Valentí Miserachs, el cual hizo una breve presentación de lo qie estaba a punto de sonar.
Mons. Miserachs dirigió con maestría la Orquesta del Conservatorio de Vila-seca; el Coro “Ciutat de Tarragona”; la Coral de la Universidad Rovira i Virgili y el Coro de los “Amics de la Catedral de Tarragona”; así como a los siete solistas: la soprano Alba Rosa Forasté, que sustituyó a Marta Mathéu, baja por enfermedad; Mercè Obiol Lucas, mezzosoprano; los tenores Albert Deprius, Francesc Garrigosa y Josep Solé; el barítono Daniel Mas y el bajo Josep Pieres. Todos dieron su voz a los personajes plasmados por la pluma de Mn. Joan Roig: el apóstol Pablo, el obispo Fructuoso y sus dos diáconos, Augurio y Eulogio, santa Tecla, el gobernador Emiliano, los ángeles de la Iglesia de Tarragona y el Cardenal Vidal i Barraquer. Fueron dos actos llenos de gran música y excelentes interpretaciones de aproximadamente dos horas. Se hace dificil destacar un momento de una velada que, como adelantó Mons. Jaume Pujol con sus palabras iniciales al público presente en la Catedral, resultó “inolvidable”; pero lo que es seguro es que todos recordarán el “Tàrraco Inmortal!”, que hizo estallar una larga ovación, incluso antes que finalizara la interpretación de los músicos, a los más de 1.400 espectadores. La emoción fue tan destacada que Mons. Valentí Miserachs brindó al público una repetición de las cuatro últimas estrofas, precedida por el sonido de las campanas de la Catedral tocando para el concierto en directo.
Al terminar la interpretación, el Sr. Arzobispo entregó a los autortes del Oratorio, así como a los intérpretes de la obra, la medalla del Año Jubilar. Además, Mons. Jaume Pujol nombró a Mons. Valentí Miserachs, en agradecimiento por el trabajo hecho, canónigo honorario de la Catedral, título que Mons. Miserachs aceptó emocionado. El autor de la música del Oratorio y director del Instituto Pontificio de Música Sacra regaló a Mons. Pujol, y a toda la Iglesia de Tarragona, la partitura de la obra, también agradecido y emocionado.