EL PUEBLO GITANO PARTICIPA EN EL AÑO JUBILAR DE SAN FRUCTUOSO

EL PUEBLO GITANO PARTICIPA EN EL AÑO JUBILAR DE SAN FRUCTUOSO

La del viernes 2 de enero fue una Misa jubilar especial: casi un centenar de miembros de la comunidad gitana de Tarragona, y de otros lugares, con su presidente, Francesc Ferreres, al frente, participaron en la celebración de la eucaristía, que presidió Mons. Jaume Pujol, arzobispo de Tarragona, y concelebró con Mosén Miquel Barbarà, vicario general de la Archidiócesis, y Mosén Pere Dalmau, director del Secretariado del Pueblo Gitano,nuevo organismo diocesano del Arzobispado de Tarragona.
El Sr. Arzobispo, durante su homilía en la capilla Mayor del Seminario, definió al pueblo gitano como un pueblo ‘muy creyente’, a quine invitó a tener ‘confianza en Dios, en Jesucristo’ y de quienes recordó a su primer miembro beatificado: el beato Ceferino Jiménez, de Barbastro, mártir de la fe, en el año 1936. Además, Mons. Pujol recordó al Papa Juan Pablo II, citando las palabras que el Santo Padre dirigió al pueblo gitano, en peregrinación a Roma: ‘el pueblo gitano es hijo de Dios y puede hacer mucho bien a la Iglesia’.

La participación de este colectivo en el Año Jubilar representa la primera actuación del nuevo Secretariado para la atención pastoral a los gitanos, un organismo que nace, según palabras de Mosén Pere Dalmau, ‘para hermanar al colectivo gitano’ y también, como apuntó Francesc Ferreres, presidente de la comunidad gitana de Tarragona, ‘para tener unos medios con los que poder estar con el pueblo gitano, para su bienestar social, moral y espiritual’. Ferreres también destacó el impulso que Mons. Jaume Pujol había dado para la creación de este nuevo organismo.
Al terminar la ceremonia, cada uno de los participantes recogió una bolsa en la que se incluía la guía del Año Jubilar, así como el recorrido jubilar, para recibir la gracia del Jubileo. Después, el grupo se desplazó hasta la Catedral, donde visitaron la capilla de san Fructuoso, con explicaciones de Mosén Pere Dalmau y terminó su jornada haciéndose una fotografía de familía, con el Sr. Arzobispo, en las escaleras de la Catedral.